los cardenales LGBT en el próximo cónclave
Nico Spuntoni
Brújula cotidiana,
01_05_2024
Tucho Fernández no
está sólo. En el sagrado colegio, moldeado por Francisco gracias a nueve
consistorios en once años, el actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina
de la Fe no es, ni mucho menos, el único cardenal que ha mostrado especial
sensibilidad hacia las cuestiones LGBT en la Iglesia. Son de sobra conocidas
las posiciones al respecto de cardenales considerados ultraprogresistas como
los estadounidenses Blaise Cupich y Robert McElroy, el alemán Reinhard Marx, el
luxemburgués Jean-Claude Hollerich y el austriaco Christoph Schönborn. Sin
embargo, la falta de conocimiento de y entre los miembros del colegio lleva a
subestimar el alcance del apoyo a las comunidades LGBT comprometidas con la
exigencia de una mayor apertura dentro de la Iglesia.
Esto es
especialmente cierto entre los nombres menos destacados de los futuros
electores del sucesor de Francisco. Las decisiones contracorriente que el Papa
argentino ha tomado en los consistorios han conducido erróneamente a pensar que
precisamente desde esas periferias privilegiadas durante el actual pontificado
podría llegar una sorpresa en nombre de la discontinuidad respecto a la línea
aperturista de la última década. La publicación de Fiducia supplicans y la
resistencia del episcopado africano y de varios obispos del mundo han creado la
ilusión de confirmar esta vulgata. Más de uno ha pensado que la chapuza de dar
luz verde a las bendiciones pastorales a personas del mismo sexo podría dar al
traste con el resultado considerado previsible del próximo cónclave, aislando a
los que querían ir demasiado lejos. Pero entre los electores del sagrado
colegio no todos piensan como Fridolin Ambongo Besungu, el hombre que simboliza
la rebelión africana contra la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de
la Fe. Y es que fuera de África no son pocos los cardenales “periféricos”
sensibles a la causa LGBT.
Uno de los más
activos es el indio Anthony Poola, responsable de la HASSS (Sociedad de
Servicios Sociales de la Archidiócesis de Hyderabad) en su diócesis, que cuenta
con un programa ad hoc para el “empoderamiento” de transexuales. Las
iniciativas de la archidiócesis en este campo cuentan con el apoyo de Misereor,
la organización de cooperación internacional de la Conferencia Episcopal
Alemana. Además de acciones encomiables como la asistencia médica y la
formación profesional para la fabricación de sacos de yute, la HASSS también ha
organizado celebraciones navideñas inclusivas y un Día de la Mujer dedicado a
la comunidad transexual. El cardenal Poola ha participado en estos eventos y ha
aprovechado los mismos para reivindicar las recientes indicaciones del
Dicasterio para la Doctrina de la Fe que han abierto la participación en los
sacramentos del bautismo y del matrimonio a las personas transexuales y
homosexuales.
En el mismo
continente, pero en Filipinas, el actual arzobispo metropolitano de Manila es
el cardenal José Fuerte Advíncula, quien el Jueves Santo de 2023, para cumplir
con el llamamiento del Papa a “convertirse en una Iglesia más atenta y
compasiva”, decidió lavar los pies a Ryan Borja Capitulo, elegido precisamente
como representante de la comunidad LGBT. Cabe señalar, sin embargo, que
Capitulo explicó que aceptó comprometiéndose a compartir su “lucha continua
(...) por vivir en castidad y pureza sexual, viviendo la enseñanza católica sobre
la homosexualidad y acompañando a mis compañeros LGBT en nuestro camino de fe”.
De Asia al
Pacífico: el obispo de Tonga, Soane Patita Paini Mafi, es amigo de la Tonga
Leitis’ Association, la única asociación pro derechos LGBT existente en la
Polinesia. El 6 de diciembre de 2016, Mafi fue ponente en el congreso nacional
de la asociación y felicitó a los activistas del arco iris por su debate
abierto con los líderes religiosos. En esa ocasión, hablando sobre los derechos
LGBT en la Iglesia, el cardenal dijo: “Esperamos hablar de estas cosas cada vez
más con palabras alentadoras entre nosotros. Pero lo fundamental es que se
sientan aceptados. Se les aprecia en su dignidad. Son personas creadas por
Dios”. En los últimos años, Mafi ha seguido asistiendo a las conferencias de la
asociación y en diciembre de 2020 celebró una misa en la basílica de San
Antonio de Padua para la comunidad trans local conocida como “leitis”,
dejándose retratar junto a activistas que exhibían símbolos del arco iris. El
obispo de Tonga incluso participó en un documental dedicado a sus luchas
estrenado en 2018 bajo el título Leitis in Waiting.
La familiaridad
con los grupos pro LGBT también caracteriza a algunos de los futuros cardenales
electores de Brasil. Es el caso del cardenal Sérgio da Rocha, arzobispo
metropolitano de São Salvador da Bahía, quien, al celebrar una misa ad hoc por
las víctimas de la transfobia el 21 de mayo de 2021, aceptó una petición del
Centro de Incidencia y Defensa de los Derechos LGBT del Estado de Bahía y
consintió que una dragqueen cantara el Ave María al final de la liturgia.
También en Brasil, por otra parte, el cardenal Leonardo Ulrich Steiner, que ya
se ha declarado a favor de la legalización de las uniones homosexuales, es
obispo de Manaus, donde se encuentra la iglesia de São Sebastião, que hace tres
años fue escenario de la grabación de un vídeo musical realizado por un grupo
LGBT.
Antes o después,
sin excluir un posible nuevo consistorio antes del inicio de la nueva sesión
del Sínodo en octubre, el próximo cónclave tendrá que tener en cuenta esta
sensibilidad generalizada sobre las cuestiones LGBT. No está tan claro que
poner sobre la mesa de las congregaciones generales (en el caso de que las
haya) Fiducia supplicans o, en todo caso, un enfoque demasiado “musculoso”
garantice el consenso en las periferias para quienes desearían una agenda en
discontinuidad con el actual pontificado (bloque africano aparte, dentro del
cual, sin embargo, está la excepción del sudafricano Stephen Brislin).
El quórum mayoritario de dos tercios, restablecido por
Benedicto XVI, exigirá a los cardenales que quieran influir que sigan la
invitación evangélica a ser “prudentes como serpientes y sencillos como
palomas” confiando en que, como recordó Ratzinger en su última audiencia
general, “la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino suya, y el
Señor no deja que se hunda”.