viernes, 12 de junio de 2009

La "inminente" destrucción de la Iglesia

Sobre la película "Ángeles y Demonios"

Por Santiago Giraldo

El P. Bernard O’Connor, sacerdote canadiense y oficial de la Congregación para las Iglesias Orientales de la Santa Sede, que se encontraba en Roma cuando se filmaba la cinta. El padre, vestido de civil, se presentó como un turista y habló con el personal encargado de filmar la mencionada película, sin revelar su identidad de sacerdote.

El padre O’Connor escribió un artículo en la revista mensual “Inside the Vatican” contando su experiencia. Recoge el comentario de uno de los “encargados” que le dijo: “La miserable Iglesia está contra nosotros otra vez y nos está causando problemas”. Y refiriéndose a Dan Brown, el escritor del libro “Ángeles y demonios”, agregó: “como muchos de nosotros, él con frecuencia dice que haría cualquier cosa para demoler esta detestable institución, la Iglesia Católica. Y triunfaremos. Ya verás”. También dijo: “Al final de esta generación no existirá más la Iglesia católica, al menos no en Europa Occidental”.

En español se suele decir: “del dicho al hecho hay mucho trecho” y más cuando sobre la Iglesia católica existe una solemne profecía, dada por el mismo Hijo de Dios a Pedro, en Mt 16,18: “Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella”.

Da curiosidad saber cómo hará Dan Brown y su equipo para realizar su cometido. A lo mejor es verdad que ha encontrado la manera eficaz para poder producir en gran cantidad la poderosa sustancia llamada “antimateria”. De hecho, no sería difícil imaginar que él y su equipo sean los verdaderos illuminati.

Pero la destrucción de la Iglesia no es lo que debe preocupar. Lo que puede preocupar a los cristianos es la falsedad que va a quedar en la mente de muchas personas no creyentes, al ver la película, y la publicidad tergiversada sobre la Iglesia católica. Pero esto es algo providencial: no olvidemos que Dios puede sacar mucho bien del mal.

En días pasados, Jesús Colina, el director de la página de servicios informativos ZENIT, hizo una entrevista al P. John Wauck, de la prelatura del Opus Dei. En la última pregunta de la entrevista, sobre la publicidad “gratuita” que se le da a la película, el P. Wauck respondía: “¿Quién está haciendo publicidad a quién? Ésta es la cuestión. Posiblemente hay publicidad en las dos direcciones, pero si consideramos el tiempo, las energías y los millones de dólares empleados en la producción y promoción de esta película, yo diría que nosotros nos llevamos la mejor parte. Es decir, que quizá Dios está sirviéndose de Hollywood para atraer la atención de algunos sobre las riquezas de la fe y la cultura católicas”.

Da pena Dan Brown, a quien, como se dice vulgarmente, le va a salir “el tiro por la culata”. Queriendo difundir una historia que no corresponde a la realidad, Dan Brown suscita la curiosidad en muchos individuos no creyentes, que lejos de la polémica y de la malsana curiosidad, comprueban que la Iglesia católica es muy diversa de lo que una película con efectos especiales puede plasmar. Es más, hasta los efectos especiales se quedan cortos, cuando uno puede admirar y palpar la grandeza espiritual de las personas que marchan tras la senda de Jesús.

Hay una frase de John Neal que dice: “Le viene bien al hombre un poco de oposición. Las cometas se levantan contra el viento, no a favor de él”. Ojalá que esta película nos afirme más en la fe y en la alegría de llamarnos cristianos.

“Santo Tomás Moro”
Centro de Estudios Políticos y Sociales

No hay comentarios:

Publicar un comentario