domingo, 30 de mayo de 2021

GRAVE SITUACIÓN

 

Más de 60 obispos de EE.UU piden a Mons. José Gómez no debatir en junio sobre la comunión de los políticos abortistas

(The Pillar/Crux/InfoCatólica) 26-5-21

 

 La carta al presidente de la USCCB (Conferencia Episcopal de Estados Unidos) fue firmada por varios cardenales estadounidenses, entre ellos el cardenal Wilton Gregory de Washington, el cardenal Blase Cupich de Chicago y el cardenal Sean O'Malley de Boston. El cardenal neoyorquino Timothy Dolan, originalmente uno de los firmantes de la carta, retiró su nombre del texto después de su envío.

En ella se insta a que se detenga el trabajo del comité sobre la «coherencia eucarística», y a que se elimine del programa de la reunión plenaria de los obispos de junio el debate previsto sobre el tema. Quieren que se debata más adelante cuando haya una plenaria presencial y no telemática debido a la pandemia.

«Habiendo recibido la carta del 7 de mayo de 2021 de Su Eminencia el Cardenal Luis F. Ladaria, SJ, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, instamos respetuosamente a que toda la discusión de la Conferencia y el trabajo de los comités sobre el tema de la dignidad eucarística y otras cuestiones planteadas por la Santa Sede se pospongan hasta que el cuerpo completo de obispos pueda reunirse en persona», dice texto de la carta distribuida entre los obispos para su firma, y que ha sido obtenido por The Pillar por múltiples fuentes. No se entiende bien la dilación, pues el modelo de intervención en la plenaria de junio será prácticamente el mismo que en el resto de plenarias.

La carta del 7 de mayo de Ladaria instaba a que «el diálogo... tuviera lugar entre los obispos para que pudieran acordar como Conferencia que el apoyo a la legislación pro-aborto no es compatible con la enseñanza católica».

Pero «el alto nivel de consenso entre nosotros y de mantenimiento de la unidad con la Santa Sede y la Iglesia Universal, tal y como lo expuso el cardenal Ladaria, está lejos de alcanzarse en el momento actual», reza el texto obtenido por The Pillar.

«Además, dado que el sólido consejo teológico y pastoral del Prefecto abre un nuevo camino para avanzar, deberíamos aprovechar esta oportunidad para replantear la mejor estructura colegial para lograrlo», añade el texto.

Es decir, el cardenal prefecto de Doctrina de la Fe creía necesario que todos los obispos se pongan de acuerdo sobre lo que la propia Iglesia ha enseñado repetidamente en las últimas décadas. Y tal cosa no es posible.

The Pillar confirmó que la carta fue enviada a Gómez con el membrete de la Archidiócesis de Washington. Las fuentes aseguraron que la iniciativa se organizó principalmente por los cardenales Gregory y Cupich.

Fuentes eclesiales han asegurado a The Pillar que 68 obispos diocesanos y auxiliares habían firmado inicialmente la carta.

Un portavoz de la archidiócesis de Nueva York confirmó a The Pillar el lunes que el cardenal Dolan firmó inicialmente la carta, pero que posteriormente pidió que se retirara su nombre como firmante. El portavoz se negó a responder a otras preguntas sobre la participación de Dolan en el asunto.

Reacción de los obispos fieles al Magisterio

La reacción a la carta por parte de los obispos que más se han significado por defender la sana doctrina católica sobre el aborto y la comunión, no se ha hecho esperar.

El arzobispo de San Francisco, Mons. Salvatore Cordileone, ha sido claro:

«Estoy profundamente apenado por la creciente acritud pública entre los obispos y la adopción de maniobras a puerta cerrada para interferir con los procedimientos aceptados, normales y acordados de la USCCB.

Aquellos que no quieren emitir un documento sobre la coherencia eucarística deberían estar abiertos a debatir la cuestión de forma objetiva y justa con sus hermanos obispos, en lugar de intentar desbaratar el proceso».

De igual manera, el arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, dijo que quería mantener el debate tal y como estaba previsto para la reunión de junio:

«Como he escrito anteriormente, la cuestión de la coherencia eucarística es principalmente 'una cuestión de amor, una cuestión de caridad hacia el prójimo'. San Pablo es claro en cuanto a que hay peligro para el alma si se recibe el cuerpo y la sangre de nuestro Señor de manera indigna'.

Como obispos, faltamos a nuestro deber de pastores si ignoramos esta verdad y cómo se está manifestando en la sociedad actual, especialmente en lo que respecta a aquellos que ocupan posiciones prominentes que rechazan las enseñanzas fundamentales de la Iglesia e insisten en que se les permita recibir la comunión»

Posteriormente, el obispo Richard Stika de Knoxville aprovechó su mediática presencia en las redes sociales para decir que «es imperativo que los obispos de los Estados Unidos tengan la capacidad de discutir la recepción por parte de los funcionarios públicos católicos, la Eucaristía». «Estos funcionarios, como el presidente Biden, controlan la vida a través de la ley», escribió.

No se ponen de acuerdo sobre un asunto elemental

La realidad es que esta carta de presión a Mons. Gómez muestra bien a las claras la gran división dentro del episcopado de Estados Unidos.

Por una parte están aquellos obispos que asumen la doctrina católica sobre el aborto y la coherencia eucarística expresada por Benedicto XVI, tanto siendo Papa como en su etapa como Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El papa alemán dejó siempre claro que los políticos católicos que apoyan el aborto y otras leyes inicuas no pueden comulgar.

Por otra parte, están los obispos que rechazan la doctrina católica y pretenden que se puede ser proabortista y comulgar.

Y luego están los que creen, al igual que el cardenal Ladaria, que es más importante la unidad de los obispos que el servicio a la verdad en esta materia.

 

CONGREGAZIONE PER LA DOTTRINA DELLE FEDE

Città del Vaticano, 7 de mayo de 2021

PROT. N. 3277/70 – 82755

 

Su Excelencia

Reverendísimo José H. GOMEZ

Arzobispo de Los Ángeles

Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos

3211 Fourth Street NE

Washington, D.C. 20017

ESTADOS UNIDOS

 

Gracias por su carta del 30 de marzo de 2021 informando a esta Congregación que los obispos de los Estados Unidos se están preparando para abordar la situación de los católicos en cargos públicos que apoyan la legislación que permite el aborto, la eutanasia u otros males morales. Estamos agradecidos de que planee enviarnos el borrador de un documento sobre la dignidad para recibir la Sagrada Comunión para una revisión informal antes de su presentación al cuerpo de obispos para su votación.

 

Con respecto a la carta de 2004 del Cardenal Ratzinger al Cardenal McCarrick, esta Congregación respeta la estipulación del Cardenal Ratzinger de que “estos principios no estaban destinados a ser publicados”. La carta tenía la forma de una comunicación privada dirigida a los obispos. En la medida en que, por lo tanto, estos principios no están publicados por la Conferencia, pueden ser de ayuda en la preparación del borrador de su documento. Cabe señalar que la Nota doctrinal de la Congregación: Sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política (2002) es anterior a la comunicación personal del Cardenal Ratzinger. Durante las visitas ad limina de 2004 a las que se refiere en su carta, surgieron interrogantes en varias ocasiones sobre la recepción de la Sagrada Comunión por parte de políticos católicos que apoyaban el llamado “derecho a elegir” un aborto. Cuando se discutió la Nota Doctrinal durante estas visitas ad limina, quedó claro que había una falta de acuerdo sobre el tema de la comunión entre los obispos. En ese momento, no se estaba considerando el desarrollo de una política nacional, y el Cardenal Ratzinger ofreció principios generales sobre la recepción digna de la Sagrada Comunión con el fin de ayudar a los ordinarios locales en los Estados Unidos en sus tratos con los políticos católicos pro-elección dentro de sus jurisdicciones. Por lo tanto, la comunicación del Cardenal Ratzinger debe discutirse solo en el contexto de la Nota Doctrinal autorizada que proporciona la enseñanza del Magisterio sobre el fundamento teológico para cualquier iniciativa relacionada con la cuestión de la recepción digna de la Sagrada Comunión.

 

Cuando este tema resurgió durante las visitas ad limina 2019-2020 de los obispos de Estados Unidos, esta Congregación aconsejó que se entable un diálogo entre los obispos para preservar la unidad de la conferencia episcopal ante los desacuerdos sobre este controvertido tema. La formulación de una política nacional se sugirió durante las visitas ad limina solo si esto ayudara a los obispos a mantener la unidad. Esta Congregación señala que tal política, dada su naturaleza posiblemente contenciosa, podría tener el efecto contrario y convertirse en una fuente de discordia en lugar de unidad dentro del episcopado y la Iglesia más grande en los Estados Unidos. Así, advertimos durante las visitas ad limina que el desarrollo efectivo de una política en esta área requiere que el diálogo se produzca en dos etapas: primero entre los propios obispos, y luego entre obispos y políticos católicos pro-elección dentro de sus jurisdicciones.

 

La primera etapa del diálogo se llevaría a cabo entre los obispos para que pudieran acordar como Conferencia que el apoyo a la legislación pro-elección no es compatible con la enseñanza católica. Por lo tanto, los obispos deben discutir y estar de acuerdo con la enseñanza de la Nota Doctrinal antes mencionada que afirma en el artículo 3 que “el cristiano está llamado a disentir de una concepción del pluralismo en clave de relativismo moral, nociva para la misma vida democrática, pues ésta tiene necesidad de fundamentos verdaderos y sólidos, esto es, de principios éticos que, por su naturaleza y papel fundacional de la vida social, no son ‘negociables’”. Los obispos deben afirmar como Conferencia que “quienes se comprometen directamente en la acción legislativa tienen la «precisa obligación de oponerse» a toda ley que atente contra la vida humana” (Nota Doctrinal art. 4). Una vez que se alcance este acuerdo, los obispos podrían pasar a implementar la segunda etapa en la que los Ordinarios locales se acercarían y entablarían un diálogo con los políticos católicos dentro de sus jurisdicciones que adopten una posición pro-elección con respecto a la legislación sobre el aborto, la eutanasia u otros males morales, como un medio para comprender la naturaleza de sus posiciones y su comprensión de la enseñanza católica.

 

Una vez que se hayan llevado a cabo estas dos etapas de diálogo extenso y sereno, la Conferencia enfrentaría la difícil tarea de discernir el mejor camino a seguir para que la Iglesia en los Estados Unidos sea testigo de la grave responsabilidad moral de los funcionarios públicos católicos de proteger la vida humana en todas las etapas. Si luego se decide formular una política nacional sobre la dignidad para la comunión, tal declaración debería expresar un verdadero consenso de los obispos sobre el tema, al tiempo que observar el requisito previo de que cualquier disposición de la Conferencia en esta área respete los derechos de los Ordinarios individuales en sus diócesis y las prerrogativas de la Santa Sede (cf. Apostolos Suos, 22 y 24). Además, la Congregación advierte que cualquier declaración de la Conferencia con respecto a los líderes políticos católicos estaría mejor enmarcada dentro del amplio contexto de dignidad para la recepción de la Sagrada Comunión por parte de todos los fieles, en lugar de solo una categoría de católicos, reflejando su obligación de conformar sus vidas con todo el Evangelio de Jesucristo mientras se preparen para recibir el sacramento (Nota doctrinal art. 4). Sería engañoso si tal declaración diera la impresión de que el aborto y la eutanasia por sí solos constituyen los únicos asuntos graves de la enseñanza moral y social católica que exigen el máximo nivel de responsabilidad por parte de los católicos.

 

Se debe hacer todo esfuerzo por dialogar con otras conferencias episcopales, ya que esta política está formulada tanto para aprender unos de otros como para preservar la unidad en la Iglesia Universal.

 

Pedimos que esta carta sea compartida con todos los obispos de los Estados Unidos.

 

Asegurándoles mis más calurosos saludos Pascuales y con gratitud por su servicio a la Iglesia, permanezco,

 

Sinceramente suyo en Cristo,

Luis F. Card. LADARIA, S.I.

Prefecto

 

 

 

 

UN MAESTRO ARGENTINO DE LA FE

 Describió hace 53 años, con ironía, los problemas de la Iglesia

 

ORACIÓN DEL PROGRESISTA

P. Leonardo Castellani

Revista Jauja, setiembre 1968

 

 

SEÑOR:  Aquí nos tienes, de pie y a la vanguardia de tu Iglesia. Somos los practicantes del catolicismo auténtico, el impoluto, el primi­tivo, renacido con el post-Concilio Vaticano II.

 

SEÑOR: Gracias te damos porque nosotros no somos como esos católicos miopes, cerrados, inquisitoriales y supersticiosos que todavía nos rodean postrados y sumisos a la tradición caduca, y a las Jerar­quías perimidas. Nosotros somos los que ahora sabemos solo del “Cristo Cósmico”, el que junta y mezcla a todos los hombres, sea cual fuere su fe y su ideología.

 

SEÑOR:  Nosotros somos los que evitamos la “inflación Mariana” y nos apena tanto fetichismo de medallas y rosarios, imágenes y ex­votos, mensajes celestiales y milagrería barata. Nosotros somos los que queremos, acaso, los templos de paredes lisas y peladas, crucifijos de hierro, ininteligibles y retorcidos, de imágenes sublimadas en un puro simbolismo que no estorben nuestra cristocéntrica oración salmódica, o mental inexistente.

 

SEÑOR: Nosotros tenemos compasión de las viejas beatas y sus inútiles monsergas. Definimos como beaterías insoportables y monólo­gos sosos: la acción de gracias en la Comunión, la monotonía de las novenas, y todas las inoperantes devociones medioevales. Ahora ha lle­gado la hora de la acción-orante convertida en Bienestar Social.

 

SEÑOR: ¡Qué bien entendemos las exigencias de nuestro moderno cristianismo! Aborrecemos, por tanto, todo triunfalismo en tu Pura, aérea, invisible e insustancial Iglesia: tal como Tú la fundaste, exenta de juridicismo, escolasticismo y ostentosos formalismos litúrgicos. Comprendemos que tu Iglesia debe ser totalmente espiritual, sin pesado moralismo y con una dogmática simbólica, asistemática a toda ascética. Nosotros, Señor, vamos a borrar de tu Esposa los estigmas de la funesta era Constantiniana, y del fatídico Concilio de Trento y el de Nicea.

 

SEÑOR:  Nosotros somos los que creemos que el ideal es el Estado laico y socialista, la Escuela sin religión obligatoria, el cura sin sotana, el Templo sin campanas, la evangelización sin conversiones, el Bautismo en edad madura, la Misa dominical facultativa, la disimulada suspensión total y paulatina de la Eucaristía; todo ello, en pro de un Ecumenismo fraternal y pleno con nuestros hermanos los comunistas, masones, ju­díos ateos, y todos los hermanos separados.

 

SEÑOR: No podemos tolerar a los Integristas, que tanto daño ha­cen a tu Iglesia con su cerrazón contra-reformista, viviendo todavía en las tinieblas del “Syllabus” al que, en ciertas expresiones, desgraciada­mente, ahora parecería acercarse nuestro venerado Paulo VI.

 

SEÑOR: ¡Danos católicos con mentalidad nueva! ¡Danos jerarquía y clero en pleno “aggiornamento’’! Católicos que no den importancia al Sexto Mandamiento (¿o es el Séptimo?) .y solamente se inflamen con la caridad, es decir, que sepan callar caritativamente los dogmas estan­cados en las caducas fórmulas escolásticas, para devenir en un continuo mundo evolutivo y progresista. Fieles católicos de mentalidad abierta y dialoguista, de moral flexible y ecumenista, de testimonio sin palabras evangélicas y sí con hechos prácticos.

 

SEÑOR: ¡Líbranos de los católicos con espíritu de Cruzada! ¡Lí­branos de los curiosos y pedantes católicos Apocalípticos! ¡Líbranos de los teólogos pesimistas y aguafiestas! ¡Concédenos, Señor, más bien, el signo de la pobreza más eficiente en nuestra hora, que es el despojo y desmantelamiento de nuestros templos, y que nuestros Obispos sean elegidos democráticamente por el pueblo laical, con los votos de los militantes y seguidores de Congar y Teilhard de Chardin, en esta era venturosa que ha nacido para tu Santa Iglesia.

 

SEÑOR:  Te rogamos que pronto, nuestros sacerdotes celebren la Misa sin ornamentos, o que no la celebren, si les place. Que resuenen en nuestros templos, pronto, las alegres estridencias de la música que es grata al corazón de nuestras juventudes “hippies": guitarras, pan­deretas, saxofones y matracas; castañuelas, bombos y bandoneones. ¡Que caigan Señor, los últimos restos de arcaicas maniguncias!

 

SEÑOR:  Escucha nuestra oración, la de tus católicos “aperturistas y modernistas", los únicos católicos sinceros, los que han existido en todos los siglos - aunque dormidos - empeñados en la purificación de tu Iglesia, cargada con tantos lastres inútiles, mientras nosotros, ento­namos desde ahora el “mea culpa” gratuito por sus manchas y pecados.

 

SEÑOR: Para que nuestro testimonio sea más tangible, permite Señor, que este ardiente himeneo entre tu Iglesia y el Mundo se vea coronado, ya sin hipocresía, con la supresión del celibato eclesiástico, que se legalice universalmente el divorcio, se canonice al onanismo y al homosexualismo, y que en las puertas de tus templos se regalen las píldoras anti-conceptivas. Esto será Señor, la puesta al día de tu inma­culada Esposa, en cálida amistad con el Comunismo y Capitalismo como mancebos aliados a tu gloria, en pacífica coexistencia con todas las confesiones y credos, suprimida toda exterioridad que separa, borrados los Santos y las beatitudes que molesten, y eliminados de su seno a todos los católicos negativos: los de la moral del “no” y los anatemas.

 

ENTONCES, SEÑOR:  Será el Paraíso en la tierra; frenado y anulado para siempre el dogma cavernícola de la infalibilidad pontificia, tu Iglesia será pura, repura, ¡recontrapura! y habremos llegado así a la cosmovisión plena del Señor, al punto Omega, a la integración con la Divinidad, hasta desaparecer todos, en el Todo.

 AMÉN.

miércoles, 26 de mayo de 2021

SE AGRANDA

 

el cisma alemán: comunión a los protestantes

Luisella Scrosati

Brújula cotidiana, 26-05-2021


En Alemania, ya está declarada la guerra para derribar los baluartes de la fe y la doctrina. Después de las bendiciones a los homosexuales y las mujeres “sacerdotes” que predican, es el turno de la llamada intercomunión. Los líderes de los comités eucarísticos participan en la cena protestante y los luteranos en la misa católica. Ambos se acercan a sus respectivas comuniones bajo la mirada del obispo de Limburgo. Al fondo, las acusaciones contra San Juan Pablo II y la actitud de la Santa Sede que condenaba las bendiciones a los homosexuales. Mientras tanto, con este enorme abuso litúrgico, se ha violado la ley divina.

 

No hay dos sin tres. En Alemania ya está declarada la guerra para derribar aquellos baluartes que aún han resistido en la Iglesia, a pesar de los violentos asaltos de los últimos años. El pasado 10 de mayo, el guión de la desobediencia eclesial había previsto la bendición de parejas de todo tipo y especie, incluidas las parejas virtuales (es decir, solteros), como signo de contestación y desafío contra el responsum negativo de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

 

Luego, dimos la noticia de cómo, del 15 al 18 de mayo, doce aspirantes a sacerdotisas predicaron durante las celebraciones eucarísticas, violando expresamente el can. 767 § 1 del Código de Derecho Canónico, que establece que la homilía “siendo parte de la misma liturgia” debe estar “reservada al sacerdote o al diácono”.

 

Esta vez es el turno de la comunicatio in sacris. Ya lo habían prometido (o amenazado) en marzo: cuando ha llegado el momento, cumplieron su palabra. En el calendario de encuentros ecuménicos Ökumenischer Kirchentag, de hecho, el 15 de mayo se programaron cuatro celebraciones al mismo tiempo, en las que se podía participar libremente, independientemente de la confesión de pertenencia. Una participación “integral”, ya que quien así lo deseaba también podía acceder a la Comunión. Las celebraciones incluyeron una misa católica, una cena protestante, una celebración de las iglesias evangélicas libres y las vísperas ortodoxas.

 

Los ortodoxos no son tontos: para ellos, la comunicatio in sacris sigue siendo un asunto serio y ciertamente no comienzan a usar los sacramentos para promover el ecumenismo. En teoría, aunque con importantes diferencias a partir de la aprobación de la nueva ley canónica, este también debería ser el caso de los católicos, ya que el canon 844 §1 aún no ha sido abolido: “Los ministros católicos administran los sacramentos lícitamente sólo a los fieles católicos, los cuales, a su vez, sólo los reciben lícitamente de los ministros católicos”. Paleolítico.

 

El mismo Código también establece que, si existe una necesidad real y es imposible acceder a un ministro católico, los católicos pueden recibir los sacramentos de la penitencia, la Eucaristía y la unción de los enfermos incluso de ministros no católicos, “en cuya Iglesia son válidos esos sacramentos” (§ 2). A su vez, los ministros católicos pueden administrar estos sacramentos a los fieles de las iglesias orientales que no estén en comunión con la Iglesia católica, si así lo solicitan y están debidamente dispuestos. Para otros, como los protestantes, esto sólo es posible cuando existe una necesidad grave y, sobre todo, “con tal de que profesen la fe católica respecto a esos sacramentos y estén bien dispuestos” (§ 4). La encíclica Ecclesia de Eucharistia, en el Nº 45, precisó que la finalidad de esta excepción es “satisfacer una grave necesidad espiritual para la salvación eterna de los fieles, singularmente considerados, pero no realizar una intercomunión, que no es posible mientras no se hayan restablecido del todo los vínculos visibles de la comunión eclesial”. Entonces, o estaban todos muriendo, o se forzó la mano. De hecho, se violó la ley divina.

 

Al hacer caso omiso de estas insignificantes cuestiones litúrgico-doctrinales, la élite de la Iglesia cismática alemana mostró su propia indiferencia. Primero en la lista, el Sr. Thomas Sternberg, copresidente católico de Ökumenischer Kirchentag, presidente del Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK) y uno de los cuatro miembros de la presidencia del camino sinodal. Él, Sternberg, tenía que dar un buen ejemplo. Y entonces decidió participar en la cena protestante y acercarse a la “comunión”.

 

La Sra. Bettina Limperg, copresidenta luterana de la ÖK, participó en la misa católica y recibió la Sagrada Eucaristía de manos del decano de la catedral de Frankfurt, el padre Johannes zu Eltz. Inmediatamente después de la Sra. Limperg, Mons. Georg Bätzing, obispo de Limburg (diócesis a la que pertenece Frankfurt) y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, recibió la Comunión. Quien evidentemente no sancionará a su propio decano o al presidente de la ZdK con ninguna sanción canónica, como en cambio estaría previsto en el can. 1365. Cómplice. ¿O tal vez mandante?

 

Las jornadas ecuménicas también fueron una oportunidad para lanzar nuevos desafíos a Roma. Como si la grave provocación de la intercomunión no fuera suficiente, Bätzing ha considerado oportuno echar más leña al fuego. En una entrevista en video, dijo que estaba sorprendido por el no del Vaticano por las bendiciones de las parejas homosexuales, y enfatizó que la posición adoptada por la Congregación no ayudaría. Quién sabe para qué. El presidente del DBK entonces hipócritamente “se distanció” de las bendiciones del 10 de mayo, no por el contenido, sino por su polémica forma. De hecho, auspicó que “estas parejas, que viven en la mutua fidelidad y confianza recíproca y que basan su vida en el fundamento de su fe cristiana, dando testimonio de fe, reciban la bendición de Dios”. La fe cristiana se ha convertido ahora en una caja vacía para llenar a voluntad.

 

La posición de la Santa Sede es completamente anacrónica, según Bätzing, porque no habría hecho más que reafirmar una doctrina obsoleta desde hace mucho tiempo por la práctica pastoral. Una práctica que seguirá impulsando Synodale Weg: “Si llegamos a decisiones, y llegaremos, entonces esto desarrollará una dinámica que también conducirá a resultados”. Los famosos juicios para empezar.

 

Aún más provocadoras fueron las respuestas de Sternberg. Interrogado sobre el sacerdocio femenino, la “multipresidente” de la Iglesia alemana arrojó barro sobre Juan Pablo II, culpable de haber “sofocado la discusión” sobre el sacerdocio de la mujer con la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis, del 22 de mayo de 1994. “Esta petición en la Iglesia no se cumplió y ahora está estallando con todas sus fuerzas”.

viernes, 21 de mayo de 2021

EL CISMA ALEMÁN

 


desfigura la Misa. ¿En Roma no ven?

Luisella Scrosatti

Brújula cotidiana, 21-05-2021

 

Mujeres jugando a ser sacerdotes, banderas arcoíris en el altar, estatua punk de la Virgen. El pasado 15 de mayo en la parroquia de Santa Isabel de Colonia se emitió un episodio de la abominación desoladora, donde no es lícito (cf. Marcos 13, 14). Para comprender el significado más profundo de lo que sucedió, volvamos al 167 a. C., cuando Antíoco Epífanes entró en el Templo de Jerusalén, hizo erigir un altar dedicado a Júpiter Capitolino en lugar del altar de los holocaustos y sacrificó sobre él un animal impuro, probablemente un cerdo. Según otros, no se introdujo el altar en el templo, sino la estatua de la deidad pagana. En cualquier caso, se trata de un ídolo introducido “donde no es lícito”, porque el patio interior del Templo, donde se ubicaba el altar de bronce, era accesible solo para los sacerdotes y estaba reservado para la ofrenda de víctimas sacrificadas.

 

Jesús retoma el episodio profetizado por Daniel (cf. Dn 9,27) como pista para sus discípulos, para que “los que estén en Judea huyan a los montes; quien se encuentre en la terraza no baje a buscar algo en su casa; quien esté en el campo no vuelva a tomar el manto”. San Jerónimo interpreta la abominación desoladora como “la imagen de César, que Pilato colocó en el templo”, o “la estatua ecuestre de Adriano que ha permanecido hasta hoy donde estaba el santo de los santos”. Precisa que “según el Antiguo Testamento, la abominación indica un ídolo, y por lo tanto se agrega la desolación, ya que el ídolo había sido colocado en el templo desolado y desierto” (Comentario de Mateo, 4, 24,15). Las palabras del Señor no se refieren solo a los hechos que ocurrieron en la proximidad temporal de su profecía, pero abren un vistazo a los últimos tiempos.

 

Lo que sucedió el 10 de mayo, que -recordamos a los lectores- fue el día en que en Alemania algunos sacerdotes (por ahora solo para hombres) y ministr* var* repitieron la bofetada de Anagni, bendiciendo abiertamente a parejas de todo tipo y especie, si no es tan abominable, seguramente se acerca.

 

Después de las bendiciones prohibidas, ahora ha surgido la predicación prohibida. La asociación Katholische Frauengemeinschaft Deutschlands (KFD) promovió en los días cercanos al 17 de mayo, fiesta de la “apóstol” Junia, la patrona de la asociación, la iniciativa “12 Frauen. 12 Orte. 12 Predigten” (“12 mujeres, 12 lugares, 12 sermones”). Doce iglesias no exactamente periféricas, ya que entre ellas también se encuentra la prestigiosa catedral de Essen, donde el 16 de mayo predicó Ulrike Fendrich; catedral sede del obispo Franz-Josef Overbeck, quien por desobediencia pública del 10 de mayo había declarado que no tomaría ninguna sanción contra aquellos sacerdotes que habrían decidido bendecir a las parejas homosexuales.

 

Pero si en Essen la predicadora jugó en casa, en la iglesia de Santa Isabel en Colonia hay un desafío abierto contra el cardenal Woelki. Aquí, el pasado 15 de mayo, con respuesta el 18, “donde no conviene” se vio de todo: desde la bandera arcoíris colocada en el altar, hasta la Sra. Marianne Arndt, quien vestida de sacerdote se tomó el derecho a predicar durante una celebración que probablemente se suponía que era una “Misa”, aunque hicieron todo lo posible para confundir a los espectadores..

 

No era difícil parecerse al cura, ya que el sacerdote solo vestía una bata blanca y una estola multicolor. El caso es que la “sacerdote”, vestida con una bata blanca y de un fular amarillo-rojo como si fuera una estola, pensó bien quedarse por todo el tiempo en el presbiterio (¿quién sabe por qué se llamará así?), predicar, distribuir la Comunión (obviamente con guantes) a ese pequeño grupo de fieles presentes; a quienes, durante la celebración, se hizo también una especie de gimnasia para ancianos. La intención de los organizadores era hacer una especie de danza litúrgica.

 

Lo peor de lo peor, la verdadera blasfemia, es la estatua colocada en el presbiterio, a la izquierda del altar, que representaría a María, en versión punk o drag queen. Una chica con jeans ajustados debajo de la cintura, con cinturón negro con tachuelas, botas negras hasta la rodilla y cabeza pelada con una horrible cresta roja. Sí, esta sería la Santísima Virgen. Y la Sra. Arndt, durante la homilía, también hace un humor blasfemo, provocando a los fieles presentes a imaginar cómo debía sentirse María, que había quedado embarazada sin quererlo, antes del matrimonio...

 

La señora Marianne concedió luego una entrevista a Arte Journal (ver aquí), en la que, bella bella, declara que está cansada de las posiciones petrificadas de Roma, que continua a discriminar a las mujeres, posiciones que deben ser revertidas, obviamente en nombre del amor, para sacar a la Iglesia de “su letargo”. Ergo, la ministra decidió seguir su propio camino, sin esperar las demoras romanas, para “hacer evolucionar el derecho canónico en este punto, sobre la moral sexual y sobre otros aspectos”.

 

A esto se le suele llamar cisma. El de arriba blasfemia. Y toda la celebración, una liturgia más allá de todos los límites de la resistencia. Toc, toc: ¿hay alguien en Roma? ¿Seguimos pretendiendo no ver lo intolerable, mientras seguimos privando de la Eucaristía a los fieles que solo piden recibirla en la boca o privar de los sacramentos a los que no pagan al kirchensteuer? Entonces, solo para saber ...

miércoles, 19 de mayo de 2021

MUY MALOS VIENTOS SINODALES


(sobre un libro del cangrejal)

CATAPULTA. 17-5-21

Artillero: Augusto Padilla

 

El próximo Sínodo de los Obispos se realizará en octubre del 2022 con el tema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”

“Sínodo es una palabra antigua y muy venerada por la Tradición de la Iglesia, cuyo significado se asocia con los contenidos más profundos de la Revelación. Compuesta por la preposición σύν, y el sustantivo ὁδός, indica el camino que recorren juntos los miembros del Pueblo de Dios. Remite por lo tanto al Señor Jesús que se presenta a sí mismo como «el camino, la verdad y la vida» (Juan 14,6) y al hecho de que los cristianos, sus seguidores, en su origen fueron llamados «los discípulos del camino» (Cfr. Hechos 9, 2)” 1

En conexión con el próximo Sínodo convocado por el papa Francisco, desde Fundación Edelvives y Ediciones KHAF, se lanzará una publicación que trata, precisamente, de la importancia de los cambios estructurales de la Iglesia.

Este libro, titulado «Reforma de estructuras y conversión de mentalidades» es una obra coral, en la que participan importantes teólogos y teólogas de Europa y América:

Peter Hünermann (Alemania), Antonio Spadaro SJ (Italia),  Carlos Maria Galli (Argentina), Virginia R. Azcuy (Argentina), José de Jesús Legorreta (México), Jorge Costadoat SJ (Chile), Rafael Luciani (Venezuela),  Agenor Brighenti (Brasil), Carlos Schichendantz (Chile, pero del clero de Córdoba, Argentina), Pedro Trigo (Venezuela), Serena Noceti (Italia), Guilles Routhier (Canadá),  Mauro Castagnaro (Italia), Antonio José de Almeida (Brasil),  Myriam Wijlens (Alemania)-

La publicación es fruto de un Seminario en torno a la sinodalidad, realizado en Caracas Venezuela el año pasado, con más de 1,300 personas.

Cada uno de los teólogos y teólogas expresa la necesidad de buscar una conversión a la luz de los signos de los tiempos, abordando el tema, desde diversos aspectos como la inclusión, la conversión sinodal, el clericalismo,  la crisis de los abusos, la necesidad de escuchar a los laicos, conversión ministerial, reforma del ministerio ordenado, entre otros.

El libro es una herramienta de estudio, reflexión y análisis teológico para aquellos que desean conocer más profundamente la fe católica y vivir su compromiso como bautizados, no solo como oyentes de la misa del domingo, sino como verdaderos discípulos misioneros, constructores de una Iglesia sinodal. Será una excelente manera de prepararnos como Iglesia, hacia el próximo Sínodo de los Obispos del año 2022.

La presentación del libro para América Latina será realizada desde México el 18 de noviembre a las 6:00 pm (de México). Dialogaremos con los teólogos coordinadores de la obra: Rafael Luciani que se unirá desde Boston y Carlos Schichendantz desde Chile.

www.edelvivesmexico.com/sl/Noticias/d/reforma-de-estructuras-y-conversion-de-mentalidades

¿Habrá que prepararse para una Iglesia, en la que el sacerdote sea algo así como  un ministro primun inter pares o funcionario principal del “Pueblo de Dios”? ¿Y que en caso de ausencia o necesidad pueda ser reemplazado en todas sus funciones por diáconos o diaconisas?

De estos malos vientos y de los “importantes teólogos y teólogos de Europa y América”, libera nos Dómine.

 

Notas catapúlticas:

CATAPULTA se viene ocupando regularmente de casi todos los cangrejos del cangrejal, que tienen de aguantadero al Boston College de los jesuitas, Tenga a bien el lector navegar por la red, para saber, por ejemplo, quiénes son Galli,Azcuy y Hünermann, este último Doctor honoris causa de la UCA.

martes, 18 de mayo de 2021

EL OBISPO IPOLT


parte del clero alemán está confundido

Brújula cotidiana, 17-05-2021

 

“En Alemania, toda la antropología cristiana se tambalea. Es lamentable que la teología del cuerpo de San Juan Pablo II sea poco conocida. También necesitamos un nuevo lenguaje y de un nuevo perfil de nuestras posiciones éticas para orientar a las personas y salvarlas de la confusión”. Habla monseñor Ipolt, obispo de Görlitz.

Querían hacer ruido, pero provocaron un silencio ensordecedor. A casi una semana de la jornada de bendiciones colectivas abierta también a las parejas homosexuales, todavía faltan las reacciones oficiales sobre la iniciativa de protesta contra el Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El Foro de los Católicos Alemanes invocó un castigo a los sacerdotes rebeldes por parte de los obispos a través de las palabras de su portavoz, Hubert Gindest, según las cuales la ausencia de sanciones hará surgir entre los fieles “la opinión de que las disposiciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe se pueden ignorar y que todos pueden hacer una doctrina moral de la Iglesia a la medida”.

También hay quienes, como el canonista Gero Weishaupt, si bien considera posible el castigo de los sacerdotes que se han sumado a la campaña #liebegewinnt, sostiene que es “inapropiado” porque “el derecho penal eclesiástico se caracteriza por el principio de clemencia”. En resumen, el caos parece reinar soberano en la Iglesia alemana que lidia con vientos de cisma nunca tan fuertes. Los mismos líderes de la Conferencia Episcopal utilizaron un tono más molesto por la publicación del Responsum que para distanciarse de las bendiciones colectivas del pasado lunes. Las voces de los obispos alemanes, sin embargo, no van al unísono. La Brújula Cotidiana recogió el testimonio de monseñor Wolfgang Ipolt, obispo de Görlitz, sobre la difícil situación de la Iglesia en Alemania.

 

Excelencia, usted fue uno de los obispos alemanes que acogió el Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Otros lo criticaron. ¿Lo esperaba de sus hermanos?

El Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha aclarado una cuestión práctica, litúrgica y pastoral. Sin embargo, en mi opinión, debería haberse elegido una forma diferente, que sin duda habría tenido una mejor acogida. El Responsum es una aclaración que se produce mientras se llevan a cabo celebraciones de bendiciones similares durante mucho tiempo en varios lugares de Alemania. Esta es sin duda la razón por la que las protestas son fuertes en algunas regiones de nuestro país. Además, se abordan directamente cuestiones relativas a la moral sexual de la Iglesia, que sin duda requieren un estudio más profundo.

 

¿Qué responde a los muchos que, en estos días, cuestionan el contenido del documento argumentando que la Iglesia no puede bendecir motos y coches, mientras se niega a hacerlo con las parejas homosexuales?

Como Iglesia, estamos ante todo vinculados al testimonio de las Sagradas Escrituras y a la enseñanza constante de la Tradición. Las personas que se sienten homosexuales obviamente pueden ser bendecidas, pero su relación no puede serlo. Por ejemplo, siempre son bendecidos cuando asisten a la Santa Misa. Aquí, sin embargo, se trata de intentar equiparar de algún modo su unión con el matrimonio, como ya ha sucedido en muchas sociedades occidentales a través de la legislación estatal, y de bendecirlas con un rito solemne. Un deseo de partnership tan vinculante es una señal de que las personas quieren responsabilizarse mutuamente. Puedo respetarlo.

 

Pero una celebración litúrgica oficial de la Bendición indudablemente daría lugar a confusión con el matrimonio eclesiástico. Por eso, desde mi punto de vista, no puede haber una ceremonia oficial de bendición para esas parejas.

 

Miles de sacerdotes católicos desafían al Vaticano y también bendicen públicamente a numerosas parejas del mismo sexo. ¿Deberían ser castigados? ¿Cree que esta rebelión causará confusión entre los creyentes?

Toda la antropología cristiana se tambalea. En primer lugar, hablo en nombre de Alemania. En las últimas décadas, la Iglesia no ha entendido completamente cómo presentar y transmitir el valor y el significado de su moral sexual. En particular, es lamentable que la teología del cuerpo de San Juan Pablo II sea poco conocida en Alemania. Sí, hoy también necesitamos un nuevo lenguaje y de un nuevo perfil de nuestras posiciones éticas para orientar a las personas y salvarlas de la confusión.

 

La mayoría de estas protestas tuvieron lugar en el noroeste del país. ¿También hubo bendiciones en la diócesis de Görlitz?

No ha habido protestas en mi diócesis. Aquí los cristianos viven en la diáspora y, que yo sepa, no ha habido católicos homosexuales que hayan pedido una bendición.

 

¿Tiene miedo de un cisma en la Iglesia alemana?

Confío en que el Espíritu Santo acompañará siempre a la Iglesia y nos ayudará a encontrar una salida a algunas aporías y contradicciones, para que no lleguemos a la división sino más en profundidad a la verdad.

 

El camino sinodal: ¿hacia dónde va en realidad?

Esta es una buena pregunta a la que no puedo responder en este momento. Por el momento una respuesta al “¿hacia dónde se va?” aún no se ve en el horizonte. Espero que el camino sinodal permita a Alemania reconocer más profundamente que no somos el centro del mundo, sino parte de la Iglesia universal. Esto es lo que quiso decir el Papa Francisco cuando nos recordó el “sensus Ecclesiae” en su carta del 29 de junio de 2019, al comienzo del camino sinodal.