Jorge
Medina
Especialista
en Responsabilidad Moral en las
Organizaciones
LA
FISICA ESTA AYUDANDO A LA TEOLOGIA?
La física cuántica exhibe hoy algunas
comprobaciones asombrosas y que
contribuyen a considerar más probables algunos dogmas o principios religiosos.
Empezaremos
con el principio de incertidumbre, pilar de la física cuántica, que nos dice
que en la micro escala atómica no es posible saber en qué posición está una
partícula de materia y decir que sólo existen ondas de probabilidad, es decir
en un estado de indeterminación
total. Pero luego la influencia de las
masas, temperaturas, etc. producen un estado de determinación, donde sí es posible conocer el estado de una
partícula .Es decir que el determinismo
e indeterminismo pareciera que pueden
coexistir en el universo, a poco que se cumplan ciertas condiciones.
Los fenómenos cuánticos, si bien afectan a todo el
universo, sólo ponen de relieve sus paradojas en tamaños muy pequeños, a nivel
de átomos. Todo el azar y la incertidumbre
que parece implicar la física cuántica comienzan a hacerse menos evidentes
conforme más partículas entran en los cálculos. Para números de partículas
importantes, como el del número de átomos de una célula neuronal, a efectos prácticos, su
comportamiento es determinista.
El determinismo
está íntimamente relacionado no sólo con el hecho de cómo funciona el universo
en sí, sino que tiene implicaciones prácticas muy inmediatas: si todo está determinado, ¿qué responsabilidad moral
tengo? Quizás por ello, muchos filósofos y religiosos abrazaron entusiasmados
la propuesta de que en la raíz misma de todo lo que existe, reina la
indeterminación. Con el principio de indeterminación se encontraban espacios
para la moral, el alma y Dios.
De hecho, nos encontramos con una curiosa mezcla de determinismo con indeterminismo, la misma que aparece en la
paradoja del experimento del gato de Schrödinger. La pregunta del millón es,
entonces, ¿cuándo y cómo toma el control el indeterminismo
para producir un resultado concreto a partir de una superposición cuántica?
En
términos religiosos el hombre siempre se preguntó qué grado de libertad poseen
mis actos? y en consecuencia qué grado de responsabilidad moral?. Razonamiento
muy ligado al determinismo o
indeterminismo ontológicos y cuánto hay de predeterminación divina o deontológica.
Ergo, podemos decir que resultaría posible una
coexistencia entre un determinismo divino y una
cuota de indeterminismo
humano. Esto haría posible también comprender la responsabilidad y el mérito
que tenemos sobre nuestros actos y entre otras cosas también la posibilidad de
que existan los milagros. Es decir la injerencia divina en nuestro margen de determinación
Otro interesante aporte de la física cuántica
lo constituye la comprobación del llamado entrelazamiento
cuántico. Es decir la “acción fantasmal a distancia “según Einstein, de una partícula que ha estado entrelazada
con otra, es decir vinculada, como puede ser el caso dos estructuras de
pensamiento que han tenido un vínculo neuronal de contacto, o sea que se
entrelazaron alguna vez. Esto nos lleva a deducir que dos entidades de
pensamiento pueden estar conservadas como información en todo el
universo. Esto permite estimar la probabilidad
de la existencia de una acción superior “Divina”, que colecta toda la
holografía del universo, sin necesidad de que se tarden años luz para vincularse.
Tengamos en cuenta que el concepto de eternidad puede interpretarse como tiempo
infinito o mejor quizás como tiempo cero.
Vemos
entonces cómo, comprobaciones científicas se pueden coligar con apotegmas
religiosos de modo tal de dar origen a lo que podría llamarse una ciencia Teofísica, como unión de la física y la teología, ambas suplementándose.
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