lunes, 22 de julio de 2019

¿NACE LA TEOFÍSICA?



Jorge Medina

Especialista en  Responsabilidad Moral en las Organizaciones

LA FISICA ESTA AYUDANDO A LA TEOLOGIA? 
 La física cuántica exhibe hoy algunas comprobaciones  asombrosas y que contribuyen a considerar más probables algunos dogmas o principios religiosos.
Empezaremos con el principio de incertidumbre, pilar de la física cuántica, que nos dice que en la micro escala atómica no es posible saber en qué posición está una partícula de materia y decir que sólo existen ondas de probabilidad, es decir en un estado de indeterminación total. Pero luego la influencia de las  masas, temperaturas, etc. producen un estado de determinación, donde sí es posible conocer el estado de una partícula .Es decir que el determinismo e  indeterminismo pareciera que pueden coexistir en el universo, a poco que se cumplan ciertas condiciones.
Los fenómenos cuánticos, si bien afectan a todo el universo, sólo ponen de relieve sus paradojas en tamaños muy pequeños, a nivel de átomos. Todo el azar y la incertidumbre que parece implicar la física cuántica comienzan a hacerse menos evidentes conforme más partículas entran en los cálculos. Para números de partículas importantes, como el del número de átomos de una célula neuronal, a efectos prácticos,  su comportamiento es determinista.

El determinismo está íntimamente relacionado no sólo con el hecho de cómo funciona el universo en sí, sino que tiene implicaciones prácticas muy inmediatas: si todo está determinado, ¿qué responsabilidad moral tengo? Quizás por ello, muchos filósofos y religiosos abrazaron entusiasmados la propuesta de que en la raíz misma de todo lo que existe, reina la indeterminación. Con el principio de indeterminación se encontraban espacios para la moral, el alma y Dios.
De hecho, nos encontramos con una curiosa mezcla de determinismo con indeterminismo, la misma que aparece en la paradoja del experimento  del gato de  Schrödinger. La pregunta del millón es, entonces, ¿cuándo y cómo toma el control el indeterminismo para producir un resultado concreto a partir de una superposición cuántica?
En términos religiosos el hombre siempre se preguntó qué grado de libertad poseen mis actos? y en consecuencia qué grado de responsabilidad moral?. Razonamiento muy ligado al determinismo o indeterminismo ontológicos y cuánto hay de predeterminación divina o deontológica.
 Ergo, podemos decir que resultaría posible una coexistencia entre un  determinismo divino y   una cuota de indeterminismo humano. Esto haría posible también comprender la responsabilidad y el mérito que tenemos sobre nuestros actos y entre otras cosas también la posibilidad de que existan los milagros. Es decir la injerencia divina en nuestro margen de determinación

 Otro interesante aporte de la física cuántica lo constituye la comprobación del llamado entrelazamiento cuántico. Es decir la “acción fantasmal a distancia “según Einstein,  de una partícula que ha estado entrelazada con otra, es decir vinculada, como puede ser el caso dos estructuras de pensamiento que han tenido un vínculo neuronal de contacto, o sea que se entrelazaron alguna vez. Esto nos lleva a deducir que dos entidades de pensamiento  pueden estar     conservadas como información en todo el universo. Esto permite  estimar la probabilidad de la existencia de una acción superior “Divina”, que colecta toda la holografía del universo, sin necesidad de que se tarden años luz para vincularse. Tengamos en cuenta que el concepto de eternidad puede interpretarse como tiempo infinito o  mejor quizás como  tiempo cero.

Vemos entonces cómo, comprobaciones científicas se pueden coligar con apotegmas religiosos de modo tal de dar origen a lo que podría llamarse una ciencia  Teofísica,  como unión de la física y la teología, ambas suplementándose.




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