camino a los altares
AICA, 19-11-21
Con un acto
encabezado por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal
Mario Aurelio Poli, el 23 de noviembre a las 11 se dará inicio en la
arquidiócesis de Buenos Aires, a la primera fase del proceso que busca elevar a
los altares al padre Mario Pantaleo.
A 29 años de su
muerte, e impulsado por su gran fama de santidad, con numerosos testimonios de
curación de enfermedades atribuidas a su intercesión y una gran cantidad de
fieles que cada año visitan el mausoleo donde descansan sus restos, la Iglesia
respondió a la demanda del pueblo de Dios e inicia formalmente el camino a la
santidad del padre Mario.
Giuseppe (o José)
Mario Pantaleo era de origen italiano, y aunque su figura se asocia a la
localidad de González Catán, en la diócesis de Gregorio de Laferrere, donde
fundó una gran obra a favor de los más desprotegidos –que hoy sigue en pie y
dando frutos-, la jurisdicción competente para iniciar la causa es la
arquidiócesis de Buenos Aires, debido a que su muerte ocurrió en el sanatorio
La Trinidad, de la capital.
El postulador de
la causa de canonización, fray Ricardo Daniel Medina OAR, comentó a AICA los
detalles de este primer paso en la causa de canonización, para el que se
requirieron tres años de investigación, con el fin de "determinar que el
padre tenía fama de santidad y había ejercido de modo heroico las virtudes”.
“Durante este
tiempo se recogieron muchos documentos de su vida y obra, como también muchos
testimonios acerca de las gracias recibidas. Particularmente se recibieron
declaraciones de personas mayores que conocieron al sacerdote, para que estos
testimonios no se pierdan”.
El religioso
aclaró que si bien “hay testimonios de intercesiones que habrían ocurrido
después de su muerte, no podemos hablar propiamente de milagros porque ello
corresponderá juzgarlo al tribunal de la causa”.
Con la apertura de
la fase diocesana, detalló fray Medina, “el padre será Siervo de Dios y se
continuarán tomando testimonios y declaraciones”, al tiempo que la comisión
histórica deberá seguir trabajando para estudiar la vida del padre Mario.
Las causas de
canonización suelen responder al 'pulso del pueblo', y para muchos fieles, el
padre Mario ya es considerado un santo. De hecho, explicó el sacerdote, “es
mucha la gente que comparte esta buena noticia, porque el pedido del comienzo
de la causa es algo que surgió desde el mismo pueblo de Dios”.
Se piensa que el
padre Mario obró muchos milagros de curación de enfermedades, pero además de su
popularidad como cura sanador, característica que incluso llevó su historia a
la pantalla con la película “Las Manos”, otras virtudes elevaron su figura en
vida y lo dirigen hoy hacia un reconocimiento por parte de la Iglesia
universal.
“Además de su
popularidad como sacerdote sanador, el padre fue un sacerdote entregado no sólo
a los enfermos sino también a los pobres, tenía gran amor por los niños y
jóvenes, como lo demuestra la obra que dejó y continúa llevando la Fundación
Padre Mario Pantaleo. El padre Mario es un ejemplo de sacerdote, todo lo hizo
por amor a Cristo desde su ministerio. Predicaba de un modo sencillo que
llegaba mucho a la gente. Su vida fue un ejemplo de entrega. Cada día, desde
muy temprano, hacia las 4 de la mañana, luego de celebrar la misa y rezar,
atendía durante horas a los enfermos”.
Mario soñó y llevó
a cabo una gran obra, que comenzó en González Catán y continúa hasta hoy,
creciendo y dando frutos entre los más necesitados, no sólo en aspectos
materiales sino también en áreas como educación, salud, y en la dimensión espiritual
de las personas. “Hoy mismo se puede visitar la obra que el realizó en González
Catán para los más necesitados, y podemos imaginar que ese lugar en el tiempo
del padre Mario tenía muchas más necesidades. Actualmente, la gente sigue
visitando su sepulcro y se acerca al lugar con devoción”.
En la Argentina
del 2021, herida profundamente por la desigualdad y las divisiones, el
presbítero Medina considera que el padre Mario “nos deja un ejemplo de unidad y
hermandad: él atendía a todos sin ningún tipo de distinción, muchos no
católicos se acercaban para ser recibidos por el sacerdote. El llevó consuelo a
todos. La fama de santidad del padre Mario perdura en el tiempo”.
“Como postulador,
me siento muy contento y agradecido a la Iglesia, particularmente al cardenal
Poli, que atendiendo al pedido de la gente y después de recibir los informes
correspondientes, decidió dar inicio a la causa”, manifestó, y finalmente animó
a que “el pueblo de Dios, privadamente, pueda continuar pidiendo gracias y la intercesión
del padre Mario, y por supuesto rezar para pedir a Dios su canonización”.+
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