"En el Vaticano se han
hecho escandalosos sacrilegios demoníacos"
Católicos-on-line, octubre
2019
Mons. José Luis Azcona
Hermoso, obispo emérito de la prelatura de Marajó, en el estado de Pará,
aseguró en relación a los ritos indígenas realizados durante el Sínodo que:
«Lo que está sucediendo
refleja de manera negativa los principios teológicos y pastorales presentes en
el Instrumentum laboris - aseguró -. Me refiero a lo que ha sucedido y que
muchos hermanos han visto y saben, pero para lo cual se necesita el
discernimiento del Espíritu Santo, ese que tanto menciona nuestro querido Papa
Francisco. Y debemos distinguir lo que proviene del diablo o de la mente
humana, de lo que proviene del Espíritu Santo. Este discernimiento es
fundamental para pertenecer a la Iglesia y mucho más para evangelizar».
El prelado hizo referencia a
un encuentro realizado en Brasilia por la REPAM, previo al Sínodo, el pasado
mes de junio, y durante el cual se llevaron a cabo varios «rituales indígenas
con invocaciones y oraciones en las que también participaron algunos obispos».
Luego mencionó la ceremonia realizada en el Vaticano.
«Son cuestiones
fundamentales y aquí en la Amazonía sabemos el significado de Macumba o de
Condomblè (son ritos mágicos y maldiciones, provenientes del noreste de Brasil
y del estado de Bahía), las cuales son frecuentes aquí», dijo al final de su
sermón, que duró más de 45 minutos.
En su homilía el obispo
Azcona afirmó que «estas celebraciones dependen de los espíritus que se evocan
y es evidente que esto es brujería, de la cual nos advierte la carta de San
Pablo a los Gálatas, en el capítulo V, versículo 29, cuando denuncia el pecado
de la idolatría que es incompatible con el Evangelio y con la misión».
Azcona también puso en
guardia sobre el culto a la Pachamama y a la Madre Tierra «que fue venerada en
el Vaticano. Son diosas como Cibeles (de la antigüedad clásica) o como la diosa
Astarté adorada en Babilonia, ambas expresan la fertilidad de la mujer. La
invocación de las estatuillas frente a las cuales incluso algunos religiosos se
han inclinado en el Vaticano (y no digo la congregación a la que pertenecen...)
es la invocación de un poder mítico, el de la Madre Tierra, al que se piden
bendiciones para la humanidad o gestos de gratitud. Son escandalosos
sacrilegios demoníacos, especialmente para los pequeños que no saben
discernir».
Luego, a modo de conclusión,
dijo:
«La madre tierra no debe ser
adorada porque todo, incluso la tierra, está bajo el dominio de Jesucristo. No
es posible que existan espíritus con un poder igual o mayor que el de Nuestro
Señor o que el de la Virgen María».
Y, arrancando un aplauso de
los fieles, reiteró que «la Pachamama no es y nunca será la Virgen María. Decir
que esa estatua representa a la Virgen es una mentira. Ella no es la señora de
la Amazonía porque la única señora de la Amazonía es María de Nazaret. No
hagamos mezclas sincretistas. Todo esto es imposible: la Madre de Dios es la
Reina del Cielo y de la tierra».
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