Debido a que algunos laicos, e incluso sacerdotes, suelen creer y manifestar que la presencia de Cristo en la eucaristía (en cada hostia consagrada) es meramente simbólica y no real, conviene recordar lo que afirma el Catecismo de la Iglesia Católica.
1376 El Concilio
de Trento resume la fe católica cuando afirma: "Porque Cristo, nuestro
Redentor, dijo que lo que ofrecía bajo la especie de pan era verdaderamente su
Cuerpo, se ha mantenido siempre en la Iglesia esta convicción, que declara de
nuevo el Santo Concilio: por la
consagración del pan y del vino se opera la conversión de toda la substancia
del pan en la substancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y de toda la
substancia del vino en la substancia de su Sangre; la Iglesia católica ha
llamado justa y apropiadamente a este cambio transubstanciación" (DS
1642).
1377 La presencia
eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración y dura todo el
tiempo que subsistan las especies eucarísticas. Cristo está todo entero presente en cada una de las especies y todo
entero en cada una de sus partes, de modo que la fracción del pan no divide a
Cristo (cf Concilio de Trento: DS 1641).
No hay comentarios:
Publicar un comentario