el virus ha sido
utilizado por ciertas fuerzas “para promover su perversa agenda”
Por INFOVATICANA |
14 diciembre, 2020
Secretum Meum Mihi
ha traducido un artículo de AlphaNews firmado por Anthony Gockowski en el que
recoge las palabras del cardenal estadounidense Raymond Leo Burke durante la
homilía que dio el pasado sábado, con motivo de la fiesta de la Virgen de
Guadalupe
En un momento
cuando “necesitamos estar cerca unos de otros en el amor cristiano, las fuerzas
mundanas nos aislarían y nos harían creer que estamos solos y que dependemos de
las fuerzas seculares, lo que nos convertiría en esclavos de su agenda impía y
asesina”, dijo Burke dijo durante la homilía del sábado pronunciada en el lugar
de peregrinación de La Crosse, Wisconsin.
“Venimos a Nuestra
Señora de Guadalupe el día en el día de su fiesta con el corazón angustiado y
apesadumbrado. Nuestra nación atraviesa una crisis que amenaza su futuro como
libre y democrática. La propagación mundial del materialismo Marxista, que ya
ha traído destrucción y muerte a la vida de tantos, y que ha amenazado los
cimientos de nuestra nación durante décadas, ahora parece apoderarse del poder
gobernante sobre nuestra nación”, comenzó Burke.
“Para lograr
ganancias económicas, nosotros como nación nos hemos permitido volvernos
dependientes del Partido Comunista Chino, una ideología totalmente opuesta a
los cimientos cristianos sobre los cuales las familias y nuestra nación
permanecen seguros y prósperos”, afirmó el purpurado. Aunque habló
específicamente de Estados Unidos, dijo que “evidentemente, muchas otras
naciones están atravesando una crisis similar, más alarmante”, dijo.
“Luego está el
misterioso virus de Wuhan sobre cuya naturaleza y prevención los medios de
comunicación nos dan a diario información contradictoria. Lo que está claro,
sin embargo, es que ha sido utilizado por ciertas fuerzas, enemigas de las
familias y de la libertad de las naciones, para promover su perversa agenda.
Estas fuerzas nos dicen que ahora somos sujetos del llamado ‘Gran Reinicio’, la
‘nueva normalidad’, que nos es dictada por su manipulación de los ciudadanos y
las naciones a través de la ignorancia y el miedo”, señaló el cardenal.
Dadas estas
condiciones “penosas”, ahora se les pide a los estadounidenses que encuentren
“la manera de comprender y dirigir” sus vidas en una “enfermedad y su
prevención”, en lugar de “en Dios y en su plan para nuestra salvación”.
“La respuesta de
muchos obispos y sacerdotes, y de muchos fieles, ha manifestado una lamentable
falta de una sólida catequesis. Muchos en la Iglesia parecen no entender cómo
Cristo continúa su obra salvadora en tiempos de plagas y otros desastres”, dijo
el purpurado de 72 años.
“Lo que es más,
nuestra santa madre Iglesia, la novia sin mancha de Cristo, en la que Cristo
está siempre obrando por nuestra redención eterna, está acosada por informes de
corrupción moral, especialmente en asuntos del sexto y séptimo mandamientos,
que parecen aumentar diariamente. En nuestra propia nación, los informes sobre
Theodore McCarrick han tentado con razón a muchos católicos devotos a
cuestionar a los pastores, quienes, de acuerdo con el plan de Cristo para la
Iglesia, deben ser sus guías seguros al enseñar las verdades de la fe,
guiándolos en la apropiada adoración a Dios y en la oración a él, y guiándolos
por medio de la perenne disciplina de la Iglesia”, explicó Burke.
En cambio, los
fieles con demasiada frecuencia “no reciben nada en respuesta, o una respuesta
que no se basa en las verdades inmutables con respecto a la fe y la moral”.
“Reciben
respuestas que parecen provenir no de pastores sino de administradores
seculares. La confusión sobre lo que verdaderamente nos enseña y exige la Iglesia
de acuerdo con su enseñanza genera divisiones cada vez mayores dentro del
cuerpo de Cristo. Todo esto paraliza a la Iglesia en su misión de testimoniar
la verdad y el amor divinos en un momento en que el mundo nunca ha necesitado
más que la Iglesia sea un faro”, manifestó el cardenal americano.
“Al encontrarse
con el mundo, la Iglesia falsamente quiere acomodarse al mundo en lugar de
llamar al mundo a la conversión en obediencia a la ley divina escrita en cada
corazón humano y revelada en su plenitud en la encarnación redentora de Dios
Hijo”, añadió.
El cardenal dijo
que estos problemas “presentan un desafío formidable” para la vida cristiana y
han producido “el más doloroso sufrimiento”.
“Sí, es
comprensible que nuestro corazón esté apesadumbrado, pero Cristo, por
intercesión de su Virgen Madre, eleva nuestro corazón al suyo, renovando
nuestra confianza en Él, quien nos ha prometido la salvación eterna en la
Iglesia. Él nunca será infiel a sus promesas. Nunca nos abandonará”, dijo. “No
nos dejemos engañar por las fuerzas del mundo ni por falsos profetas. No
abandonemos a Cristo y no busquemos nuestra salvación en lugares donde nunca se
podrá encontrar”, concluyó Burke.
Artículo aparecido
en AlphaNews y traducido por Secretum Meum Mihi. Adaptaciones de InfoVaticana.
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