de los Católicos Alemanes se une a su
Conferencia Episcopal en la rebelión contra Roma
(CNAd/InfoCatólica)
24-1-23
En una carta al
Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y obispo de Limburgo, Mons.
Georg Bätzing, el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin y los cardenales
Marc Oullet, prefecto del Dicasterio para los Obispos y Luis Francisco Ladaria,
prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, advierten que nadie tiene
derecho a establecer un Consejo Sinodal a nivel nacional, diocesano o
parroquial, tal y como se acordó en la última plenaria de la Asamblea Sinodal
de la Iglesia en Alemania. El Papa Francisco ha aprobado la carta «in forma
specifica y ordenado su transmisión».
Esta es la
resolución del Camino Sinodal del 10 de septiembre de 2022 que Roma ha ordenado
que no se lleve a cabo:
«El Consejo
Sinodal, como órgano consultivo y decisorio, deliberará sobre los
acontecimientos esenciales de la Iglesia y de la sociedad y, sobre esta base,
tomará decisiones fundamentales de importancia supra-diocesana sobre la
planificación pastoral, las cuestiones de futuro de la Iglesia y las cuestiones
financieras y presupuestarias de la Iglesia que no se deciden a nivel
diocesano.»
A eso se añade que
«el Consejo Sinodal se compondrá de acuerdo con las proporciones de la Asamblea
Sinodal en procedimientos transparentes y elecciones respetuosas con el
género», afirma además la resolución. El Consejo sinodal se hará realidad «a
más tardar en marzo de 2026», tras los preparativos pertinentes del Comité
sinodal.
Cualquiera puede
entender que ese consejo sinodal pretende tener autoridad supra-diocesana. Es
decir, más autoridad que los obispos.
La reacción de los
responsables del sínodo alemán ha sido la esperada: negar la evidencia y
ponerse en rebelión contra las disposiciones de Roma.
La Conferencia
Episcopal Alemana, presidida por Mons .Bätzing publicó un comunicado negando
que sean correctas las tesis de los cardenales curiales respecto al quebranto
de la autoridad episcopal. Y esta tarde el ZdK ha dicho que el Comité Sinodal
no cuestiona la autoridad del Obispado. Su Presidenta, Irme Stetter-Karp, animó
en su curso al obispo Georg Bätzing: «El hecho de que el obispo Dr. Bätzing se
niegue a aceptar esta acusación es absolutamente correcto».
«El episcopado se
verá reforzado, no debilitado, por el consejo previsto», explicó Stetter-Karp.
«Me alegra ver que la inmensa mayoría de los obispos alemanes se atienen a la
Vía Sinodal».
«Si los obispos de
Colonia, Augsburgo, Passau, Ratisbona y Eichstätt (ndt:que fueron los que
solicitaron la intervención de Roma) no desean participar en el Consejo
Sinodal, es de lamentar», dijo Stetter-Karp. Son libres de descartarlo, pero la
«Iglesia en Alemania» necesita «un futuro en el que se reposicione tras el
escándalo de los abusos. Necesitamos reformas estructurales y nuevas formas de
dividir los poderes. Necesitamos más participación, una iglesia justa y un
claro sí a la diversidad. Precisamente así fortalecemos el episcopado».
Por su parte,
Thomas Söding, teólogo experto en nuevo Testamento y vicepresidente del ZdK,
declaró:
«El Consejo
Sinodal está más cerca. Y espero de verdad que consiga ganar para ello a todos
los obispos alemanes. En este contexto, es irritante que otra señal de baja
estima por el compromiso de los laicos venga de Roma»
Y además ha
añadido:
«En estas
condiciones, me parece aún más admirable la cantidad de gente que sigue
creyendo en la capacidad de cambio de la Iglesia y se compromete con ella. Se
lo agradezco mucho a estas personas. Son la columna vertebral de la Iglesia».
Falta por ver cómo
reacciona la Santa Sede ante este desafío a su autoridad sobre toda la Iglesia
Católica.
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