que profesa ser
católico apoya el aborto, se convierte en cómplice público de un grave mal”
Secretum meum
mihi, 27-7-21
“Señor, no soy
digno”, es el nombre de una carta sobre la coherencia eucarística que con fecha
Jul-16-2021, escribió a los fieles de su diócesis el obispo de Tulsa,
Oklahoma, EEUU, Mons. David A. Konderla. Como es apenas evidente, la carta
viene en medio de la controversia aquella creada por el ‘católico practicante’
Joe Biden, presidente de EEUU, quien se publicita como católico pero es
abiertamente pro-aborto, sin ver en ello el menor impedimento para acercarse a
recibir la Sagrada Comunión. Dice en un parte la carta del obispo Konderla:
Un líder político es una persona pública. Por lo
tanto, si un líder político que profesa ser católico apoya el aborto, se
convierte en cómplice público de un grave mal. Si llega a ser conscientes de
este pecado, deben arrepentirse y no acercarse a recibir a Cristo en la Sagrada
Comunión hasta que se reconcilien con Él a través de la Iglesia. Pero si se
niega a arrepentirse, su obispo debería advertirles que su apoyo al aborto
entra en conflicto con la fe y pone su alma en peligro. Si persisten
obstinadamente en su apoyo al aborto, se les debe negar la Sagrada Comunión,
como enseñan claramente el Derecho Canónico y el Catecismo. (cf. Can. 915-916,
CIC 2270-2275)
La carta de Mons.
Konderla se suma a una sobre el mismo tema publicada hace unos meses por el
Arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone.
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